La Compañía Danza Mobile llevó al Teatro Guimerá de Tenerife el espectáculo ‘Castigo de Dios’ que pudo verse los días 21 y 22 de marzo. Una obra de teatro del escritor uruguayo Joaquín Doldán con números musicales en clave de clown, dirigido a todos los públicos. Gregor Acuña-Pohl es el director de esta creación de la Compañía cuyo reparto lo conforman el actor, director y profesor de voz Javier Centeno y otros tres intérpretes, formados en el Centro de Creación de Danza Mobile de Sevilla, Dania Mellado, Ignacio Lledó y José Manuel Muñoz.

 

Danza Mobile participó en el proyecto ‘Guimerá Vital’ una iniciativa del Organismo Autónomo de Cultura (OAC) y el Instituto Municipal de Atención Social (IMAS) de Santa Cruz de Tenerife que pretende acercar la programación teatral, la exhibición y los procesos creativos a los más mayores del municipio a través de un gran número de acciones culturales, pero que también crea acciones con niños y jóvenes. Una iniciativa impulsada por el Teatro Guimerá, a raíz de la convocatoria de la tercera edición del Proyecto Ornitorrinco, de La Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de titularidad pública. El espectáculo ‘Castigo de Dios’ fue seleccionado para formar parte de este proyecto. Por eso se llevaron a cabo dos funciones dirigidas a centros docentes y a jóvenes en edad escolar (21 y 22 de marzo a las 10:00 hora). Se realizaron actividades didácticas antes y después de la representación, y hubo un encuentro con los artistas y responsables de la producción

De otro lado, Arturo Parrilla, ayudante de dirección en este espectáculo, intérprete y docente impartió el curso ‘Cuerpo y movimiento’ (21 marzo 18:00 horas) que se cerró con una muestra de la pieza ‘Idem (¡qué monocigótico me siento!)’ interpretada por Jaime García y Arturo Parrilla.

 

‘Castigo de Dios’ nos presenta el imaginario y sugerente instante justo después de la muerte y antes de la subida al paraíso o bajada a los infiernos del Doctor John Langdon Down (Javier Centeno), médico británico que estudió durante  más de tres décadas el síndrome que lleva su apellido, fallecido en 1896. El Dr. Down (Javier Centeno) llega a una especie de ‘limbo celestial’, donde le recibe el mismísimo Dios en persona (Dania Mellado), acompañado de un Ángel (José Manuel Muñoz) y un Diablo (Ignacio LLedó).

 

Una obra de 50 minutos de duración que a través de la música y el humor hace reflexionar sobre los estereotipos que se atribuyen a las personas con Down, y que han perdurado a través del tiempo, más de un siglo después de la teoría del doctor que dio nombre al Síndrome.

 

La coreografía de la obra ha corrido a cargo de Manuel Cañadas y la música es de Manuel Calleja. Mar Aguilar ha sido la encargada de la escenografía y el vestuario, y Benito Jiménez, del diseño de la iluminación.

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