La Compañía Danza Mobile llevó el flamenco inclusivo a la localidad sevillana de Lebrija de la mano de José Galán y Vanesa Aibar, con las piezas ‘Bailo, luego existo’ y ‘El Espejo’.
El espectáculo, que se representó en el Teatro Juan Bernabé de Lebrija, ‘Bailando ante el espejo’, aúna el trabajo de dos coreógrafos y cinco intérpretes con y sin discapacidad
‘Bailando ante el espejo’ es un espectáculo que consta de un programa doble de sendos coreógrafos relacionados con la danza inclusiva y el flamenco: Vanesa Aibar y José Galán. Dos piezas coreográficas de 40 minutos cada una, ‘Bailo, luego existo’ (con José Galán, Sara Barker y Reyes Vergara) y ‘El espejo’ (con Vanesa Aibar y Helliot Baeza). Dos perspectivas y estilos diferentes, pero con el mismo denominador común: el flamenco y la discapacidad como tema transversal.
“En esta propuesta de la Compañía Danza Mobile se han fusionado incluso los títulos ya que el espejo para bailar es considerado de suma importancia. Para mirarse, corregirse (aplicar correcciones)…, a veces para quererse y, otras, para odiarse pero principalmente para crecer y mejorar cada día. Ese es el leit-motiv de ‘Bailando ante el espejo’. Psicológicamente hablando, el espejo también es el reflejo de nosotros mismos cuando se produce una mirada hacia el otro. Bailando así, se baila diferente, se aprende mutuamente y el público descubre que hay otras miradas dentro del flamenco”.
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